Nuestra Sierra es una superviviente más de la indiferencia humana. Llevaba mucho tiempo deambulando por las calles de una urbanización en Granada. La vida en la calle es durísima y ella lo sobrellevaba en compañía de su amigo Gordo, un pitbull del que no se separaba.
Una antigua voluntaria los veía a menudo deambulando y les ponía de comer para intentar ganarse su confianza, ambos eran muy desconfiados pero por fin un día pudieron cogerlos y llevarlos al refugio. Por desgracia al poco tiempo Gordo cayó enfermo y finalmente nos dejó…
De esto hace ya más de 6 años, y aún no hemos podido cumplir nuestra promesa a Sierra de un hogar definitivo, ¡pero no nos rendimos!

Sierra es una podenquita muy especial, ya entró siendo muy desconfiada y aunque l@s voluntari@s hacemos todo lo que está en nuestra mano, no tenemos el tiempo suficiente para dedicar a las necesidades de cada uno… No hemos conseguido que pasee bien con la correa, le asusta todo, sobre todo los ruidos fuertes. 

Aún así, no es agresiva cuando tenemos que vacunarla o desparasitarla, una vez la conseguimos arrinconar se la puede manipular, pero lo pasa muy mal y tiembla de miedo. Su pasado aún la condiciona, es muy tímida con desconocidos y huye, aunque con quien conoce es capaz de acercarse y coger chuches de la mano. Le ayuda mucho a la hora de confiar cuando tiene algún compi de patio sociable que se acerca a la gente a saludar y ella también lo hace.

A Sierra le gusta correr por su recinto en su hora de patio. No es muy juguetona con sus compis, es más bien independiente y prefiere tumbarse tranquila y ver como juegan los demás o tomar el sol, aunque su actividad favorita es la “caza de ratones”. Cuando escucha o ve uno que se esconde en algún sitio o se mete bajo tierra, excava sin cesar. Cuando los atrapa los pasea como un trofeo e incluso duerme con ellos, es su tesoro más preciado, ahí sí que no quiere cuentas… ¡y buena suerte quitándoselo!

A pesar de su miedo a las personas, con los de su especie se entiende mejor y está segura de sí misma. Se lleva bien con machos, a lo largo de los años ha ido conviviendo y saliendo al patio con distintos perros. Aún así tiene un carácter peculiar, actualmente vive sola y prefiere no compartir comida. Creemos que podría tener un hermano perruno que fuera sociable y no muy dominante, que pudiera tomar de ejemplo en su camino a confiar más en las personas.

Somos conscientes de que el caso de Sierra es complicado, necesita gente con paciencia y experiencia en perros miedosos que sepan darle su espacio cuando lo necesite pero que estén dispuestos a trabajar con ella. Creemos que teniendo un tutor/a con el que ir tomando confianza día a día le beneficiaría mucho.
Sierra nunca ha tenido un hogar, nadie que la acaricie, nadie con quien salir a caminar, pero no perdemos la esperanza y confiamos en que su familia ideal llegue algún día.