Amigos de los Animales Granada

SER CASA DE ACOGIDA

Si crees que puedes dar un hogar temporal a un peludito hasta que haya un lugar apropiado para él en nuestras instalaciones o mejor, hasta que encontremos a su familia definitiva, ser Casa de Acogida es tu opción.   ¡Tu solo pones el techo y los mimos! Los gastos veterinarios generados por los animales acogidos son responsabilidad de la Asociación, siempre que las visitas hayan sido previamente autorizadas y el veterinario concertado. A menudo nos llegan casos de animales que requieren cuidados más especializados que los que podemos ofrecerles en el Refugio o que simplemente deben de esperar hasta que tengamos espacio adecuado para ellos en nuestras instalaciones, y es ahí cuando las familias de acogida se hacen imprescindibles. Otra ventaja es que tendrán más disponibilidad de tiempo y de encontrar entornos bonitos donde hacerles fotos para ayudarnos en su difusión y pronta adopción. Igual que en el caso de los adoptantes,  realizamos una visita previa al hogar de acogida para garantizar que  el animal estará bien atendido y no hay ningún problema en el espacio, miembros de la familia, o propietario de la vivienda en caso de alquiler, (juntar el animal acogido con otros de la casa se hará bajo responsabilidad de la Casa de Acogida). Además, debemos de estudiar qué plazo de tiempo ofrece cada Casa de Acogida, ya que el cambio continuo de casa o entrar y adaptarse al refugio tras estar en una casa puede ser contraproducente para él.
Cuándo son necesarias las casas de acogida:


  • Los cachorros, que son más propensos a enfermar que los animales ya adultos y con sus vacunas en regla. En una casa estarán menos expuestos, y con mayor supervisión en cuanto a higiene, alimentación, etc. Intentamos que los cachorros no entren en el Refugio hasta que hayan pasado el periodo de vacunación completo para no poner en riesgo su salud.

  • En el caso de gatos o perros abuelitos, son más vulnerables a contraer enfermedades y su atención y tranquilidad del entorno debe ser mucho mayor. A veces, llegan a nosotros animales muy mayores, acostumbrados a estar en una familia y sin relacionarse con otros animales. Adaptarse a unas condiciones tan diferentes, les causa mucho estres y/o tristeza. Los años hacen que sus facultades estén limitadas y es más difícil para ellos el desenvolverse en el refugio. Buscamos para estos viejitos Casas de Acogida que les garanticen tranquilidad y cariño hasta que alguien quiera adoptarlos.

  • Así mismo, las casas de acogida son imprescindibles para animales enfermos o heridos. En una casa siempre podrán estar mejor aislados que en el Refugio, con menor riesgo de contagiar a otros animales o de que agrave su estado. Se le podrán administrar mejor los medicamentos y podrán recuperarse más rápida y fácilmente con el cariño y cuidados continuos de un hogar.
  • Hay animales a los que les resulta muy difícil el adaptarse a la rutina diaria del Refugio. Se trata de animales que por alguna razón son más asustadizos no solo con las personas, sino también con los de su especie. En el primer caso, el contacto diario con una misma persona es imprescindible y en el segundo, los animales miedosos a veces no consiguen integrarse y lo pasan muy mal conviviendo con otros.
En cualquier caso, el Refugio, aún durante el tiempo en que el animal este en acogida, será el propietario del mismo y no se tomará ninguna decisión sobre él sin el consentimiento de la Junta Directiva de la Asociación. Si quieres colaborar con nosotros ofreciendo tu hogar como Casa de Acogida, rellena el siguiente formulario y envíalo a acogidas@amigosdelosanimales.org.es.

La importancia de las casas de acogida

El antes y después de Baraka

Baraka fue dejada a sus suerte tras ser atropellada, tenía rotas varias vértebras de la columna y había dos opciones: operarla y hacer rehabilitación diaria con la esperanza de que pudiera volver a caminar o dormirla directamente. Su casa de acogida hizo un trabajo maravilloso, pudo ser adoptada y bueno… una imagen vale más que mil palabras.

El antes y después de Vera

Vera pertenecía a una colonia callejera, el estrés de la calle y el frío bajaron sus defensas, dejó de comer y empezó a empeorar su salud. Era positiva a Inmunodeficiencia y Calicivirus. Fue rescatada y refugiada en una casa de acogida donde vivió feliz sus últimos años, disfrutando del calor y el cariño de un hogar. 

El antes y después de Cris

Cris era la viva imagen de la miseria: heridas graves en todo el cuerpo, conjuntivitis,  anemia, deshidratación, inflamación uterina y leishmaniasis a niveles muy altos. Se había arrastrado hasta una esquina para dejarse morir, no se movía. Así no podía entrar al refugio, sin una casa de acogida no hubieramos podido salvarla. Hoy luce así de preciosa, irreconocible.

El antes y después de Asia

Los gatos son muy flexibles, pueden encogerse y estirarse para entrar/salir de casi cualquier sitio. Asia estaba en la calle con un collar que casi provoca la amputación de una pata al meterla por dentro. Por suerte tras visitas veterinarias y vigilancia de cerca de su acogida se recuperó, y finalmente fue adoptada. Esto no es un caso aislado y nos recuerda la importancia de no poner collar a los felinos.

El antes y después de Gyda

Gyda cruzaba una carretera muy transitada cojeando. Resultó tener una fractura que necesitaba operarse lo antes posible, era la diferencia entre quedarse coja de por vida o volver a andar. Con los fijadores externos el post operatorio en el refugio era inviable, por suerte lo pasó en una casa de acogida y ahora cualquiera que la vea correr y saltar nunca pensaría que estuvo apunto de no hacerlo más.