Una de nuestras voluntarias paseaba por el campo cuando Wilco se unió a ella. Estaba solito, con garrapatas y varias heridas leves, no pudo dejarlo allí y lo recogió. En el veterinario resultó no tener chip y nadie parecía buscarlo por lo que pasó a formar parte de nuestra familia. No teníamos espacio suficiente para un perro grande como el, por lo que está en una residencia canina a la espera de encontrar un nuevo  hogar.

Wilco es un perrito muy amigable y simpático, incluso con desconocidos. En seguida creó un vínculo con su rescatadora y aunque solo con ella una semana, lloró cuando lo dejó en la residencia, hace buenas migas con las personas en seguida. Creemos que podría convivir con niños, aunque es mejor que sean más bien mayores ya que es un de tamaño más bien grande.

Tiene mucha energía, es activo y muy juguetón con sus compañeros perros, especialmente con las hembras, con los machos todo depende del carácter. No sabemos qué opina de los gatos pero si se necesita se puede probar.

En algunas situaciones se muestra un poco inseguro y no sabe exactamente cómo comportarse. Todavía tiene que aprender a pasear con correa y muchas cosas más sobre la convivencia con la gente. Tolera bien ir en coche y va tranquilo hasta llegar al destino, también se porta bien en el veterinario y se deja manipular y explorar.

Wilco necesita personas activas que disfruten pasando tiempo en la naturaleza y que lo lleven a vivir nuevas aventuras. Hay que tener en cuenta que necesita mucho ejercicio físico y mental para ser feliz, además necesita una familia paciente, con tiempo y ganas de enseñarle todo lo que aún no conoce, seguro que pronto se convierte en un perro 10.