Fénix es un perro maravilloso, de una raza incomprendida, que hubiera muerto sin merecerlo solo por su físico…
Fue encontrado en un pueblo de Granada, con los intestinos fuera y una grave desnutrición. Por desgracia Fénix acabó en la perrera, pero un grupo de personas decidió sacarlo de allí a pocos días de que lo sacrificaran para darle atención veterinaria y alojarlo en una residencia, dónde sigue hoy en día a la espera de una familia definitiva.

Fénix es muy sociable con las personas, responde muy bien a las caricias, no es recomendable con niños, a veces le ponen nervioso. Además es muy juguetón, aunque tiene que aprender a ser un poquito menos bruto, porque no controla su fuerza.
En presencia de otros animales se excita bastante, por lo que por ahora recomendamos que sea perro único en la casa.

Ha tenido problemas veterinarios derivados de estar abandonado y propios de estas razas; fundamentalmente episodios de alergias  y bronquitis, que le aconseja una vida tranquila. El tratamiento es muy fácil, ya que usa un broncodilatador que se administra un par de veces al día y puede llevar una vida absolutamente normal.

En los paseos, sobre todo al principio, tira bastante de la correa por la falta de costumbre, pero en la residencia están ayudándole y está aprendiendo disfrutar de su paseo sin tirar y a socializar un poquito mejor, ¡es como un cole de perros!
También ha viajado en coche varias veces, dentro de un transportín, sube y baja solo del coche con entusiasmo, creemos que le gusta.

Nos gustaría que la familia que lo adopte pudiese dedicarle tiempo para continuar con su aprendizaje. Alguien con sensibilidad por estás razas y estas situaciones, con motivación por hacerle salir adelante. Estamos seguros de que Fénix se equilibraría mucho con las rutinas y con un único cuidador principal.

Fénix busca una familia que lo adore como se merece, ya que a pesar de las trabas que le ha puesto la vida, lo ha superado todo como un campeón.