Sherry y Boson son, por así decirlo, hijos de divorcio. Vivían juntos en casa de una pareja hasta que decidieron separarse, y aunque inicialmente se los iba a quedar la mujer, decidió un día que ya no los quería y se los llevó al marido, que por motivos de trabajo tampoco podía quedarselos por lo que nos pidió ayuda y nos hicimos cargo de ellos.
Los dos estaban muy flacos y descuidados, en la revisión veterinaria vieron que Sherry tiene pequeños tumores en las mamas, que nos recomendaron no operar ya debido a su edad… Por suerte Boson fue adoptado al poco tiempo y ahora solo falta nuestra Sherry.

Sherry es una abuelita muy simpática y cariñosa, a pesar de su edad, todavía está en forma y le gusta mucho jugar con su compi de patio. En casa se porta genial y no ladra. En los paseos va muy tranquila, alegre y curiosa olisqueando sin tirar. No muestra miedo a los ruidos fuertes del tráfico ni a las multitudes. También va muy bien en el coche, tranquilita todo el camino hasta llegar al destino.

Con la gente es un amor, incluso con desconocidos. En el veterinario se porta muy bien y se deja manipular sin problema. Tiene un carácter dulce y noble, por lo que podría convivir con niños en su nuevo hogar.

Sherry es muy sociable y se lleva genial con sus compis de patio en el refu, tanto machos como hembras, no tiene problema así que seguro que podría tener un hermano perruno en su nuevo hogar. No sabemos qué opina de los gatos pero si se necesita se puede probar y aportar.

Esta viejita será la adición perfecta a cualquier familia, su personalidad dócil y buena encajará en cualquier hogar. Se adapta perfectamente a cada situación: si hay que jugar se juega, si hay que pasear se pasea y si hay que echarse un sueñecito se acurrucará contigo al sofá para ser la mejor compi de siestas.