Cooper fue recogido en un pueblo de Granada al ver que un hombre le pegaba con un palo y sus rescatadores se lo llevaron a casa. Una voluntaria nos dio el aviso y del caso y nos pidió ayuda. Estaba muy delgado así que después de un tiempo en una casa de acogida con comididita rica y sus visitas correspondientes al veterinario, ahora ha entrado al refugio y pertenece a nuestra gran familia.

Cooper es un perrito super simpático con la gente, incluso con desconocidos, saluda moviendo el rabito a todo el mundo aunque es un poco brutote y te sube las patitas. Es muy noble y se deja manipular sin problema en el veterinario, creemos que podría convivir con niños ya que nunca tiene un mal gesto, aunque es mejor que sean más bien grandes para que no pueda tirarlos si se les sube.

Ha estado conviviendo con 2 gatos pero quiere jugar con ellos por lo que resulta un poco abrumador para los gatos, pero no es agresivo. También ha convivido con una mastina grande y un yorkie pequeño con los que se lleva bien, aunque de nuevo su condición nerviosa puede cansar si no tienen el mismo carácter
En el refugio se ha adaptado bien y se lleva bien con sus compis de patio perrunos, si bien es cierto si algo no le gusta lo hace saber y marca sus límites.

En los paseos aún le cuesta le cuesta caminar con correa, no tiene pinta de haber paseado mucho antes y tira mucho. Es muy nervioso y le cuesta seguir el paso de quién lo lleva. En coche va genial, se sienta en el maletero tranquilo y mira por la ventana. No sabemos mucho de su vida anterior pero en general necesita mucha educación y rutina de paseos diaria para aprender todo lo que aún no sabe.

Cooper busca una familia cariñosa y paciente, que entienda que aún es un cachorrón y por lo tanto tiene mucha energía, sería ideal una familia deportista, que disfruten pasando tiempo en la naturaleza y que lo lleven a vivir nuevas aventuras. Hay que tener en cuenta que necesita mucho ejercicio físico y mental para ser feliz, seguro que a cambio se convierte en el mejor compañero de vida.