Nala fue la única superviviente de una de las camadas de una perra callejera. Sus hermanos murieron atropellados o desaparecieron y nunca conseguimos capturar a la madre, solo pudimos rescatar a Nala y desde que llegó al refugio, nos dejó claro que no quería trato con humanos.

Esto es algo que vemos muy a menudo en perros que nacen salvajes en la calle y durante sus primeros meses de vida no tienen contacto humano. Por desgracia esto ya no suele cambiar y no son adoptados, pero al menos en el refugio pueden vivir en un espacio protegido: sin intentos de envenenamiento, cruces de calles peligrosas, malos tratos de vecinos, contínuos embarazos…

Nuestra Nala nació en la calle y aunque la capturamos cuando aún era cachorra nuestra esperanza de que fuera adoptada pronto y perder el miedo en un hogar nunca se cumplió. Nala creció en el refugio y a pesar de nuestros esfuerzos en acostumbrarla a la gente, su desconfianza ya no se podía desaprender. 
Es una de nuestras veteranas, forma parte de nuestro refugio desde hace más de 9 años y lleva más tiempo siendo parte de la asociación que la mayoría de voluntari@s, por lo que le tenemos mucho cariño.

Con el paso del tiempo ha conseguido confiar un poco más, y ahora es capaz de coger chuches de tu mano si te conoce, pero nada más. Nala no se fía de los voluntarios, le produce mucho estrés el trato con la gente y muerde si se siente acorralada. Por el contrario, sí que es muy sociable con los de su especie, machos y hembras, y se divierte en el patio, corriendo y jugando con sus compis.

Nala necesitaría una familia con experiencia, con tiempo y ganas de trabajar con ella, que esté dispuesta a buscar la ayuda de un educador y que le enseñe las cosas que desconoce y que por eso desconfía. 
Sin embargo somos conscientes de que su adopción es improbable, pero aquí siempre tendrá su hogar. Por este motivo, el principal objetivo con Nala es encontrarle padrinos. Una familia a distancia que se preocupe por ella, le manden regalitos, nos ayuden con su manutención, y a cambio, como a todos los padrinos, les enviaremos fotitos y videos suyos y le contaremos sus anécdotas y su día a día. Además, como con otros perros sí se lleva bien, va compartiendo turno de patio así que no solo sabrás de Nala si no también de sus compis de ese mes.

¿Te animas? ¡Apadrina a Nala y forma parte de su vida!