Ramón vivía en la calle, arrimándose a cada persona que pasaba buscando cariño y rebuscando algo que comer en la basura… Un voluntario del refugio se enteró de su existencia y cuando tuvimos hueco, entró a formar parte de nuestra gran familia. No tenía chip, ni sabemos nada de su pasado, pero por suerte ya está a salvo y a la espera de una nueva oportunidad.

Ramón es un perrito muy simpático y cariñoso con las personas, le gusta subirse encima tuya y estar en brazos, siempre te busca para que lo mimes. Creemos que podría convivir con niños, aunque sería mejor que fueran más bien grandes ya que es un poco brutote saludando y jugando.

Nuestro torbellino particular es de carácter activo y juguetón, necesita mucho ejercicio y distracción diarios. En los paseos va bien con la correa, pero debido a su personalidad tira un poco, es muy curiosos y le gusta corretear y olisquearlo todo.

Con los perritos también es muy sociable, comparte juegos y carreras en su turno de patio con machos y hembras y se lo pasa en grande, así que creemos que podría tener un hermano perruno en su nuevo hogar. No sabemos que opina de los gatos pero si su futura familia lo necesita, se puede probar y aportar.

Ramón necesita una familia con personas activas, que lo lleven a vivir mil aventuras y le enseñen todo lo bonito del mundo que aún no ha visto.