Willy vivía junto con otros 6 perritos en casa de un hombre muy mayor. Su dueño enfermó y fue ingresado en el hospital, así que durante un mes, Lovi, Willy, Bartolo, Linda, Casimiro y Manolito estuvieron solos en una pequeña habitación, hasta que desgraciadamente falleció. Así, nos contactaron para pedirnos ayuda y fuimos a por ellos. Estaban muy asustados, completamente sucios y bastante demacrados…
No creemos que tuvieran mucho contacto con gente a parte del dueño, y al principio tenían mucho miedo y mordían si se sentían amenazados… Por suerte los pusimos a salvo en nuestro refugio, con comida rica, atención veterinaria y mimos, donde esperan ahora una nueva oportunidad.

Por su edad, creemos que Willy es el padre del resto de la familia, ya que el resto son más jóvenes y tienen una edad similar.

Con tiempo, Willy se ha convertido en un perrito muy simpático con las personas, aunque le costaba confiar ahora incluso le gusta subirse encima tuya y estar en brazos, y te busca para que lo mimes. De hecho, creemos que podría convivir con niños, aunque sería mejor que fueran más bien grandes, que sepan darle su espacio y no le agobien con sus juegos. Aunque se deja coger, le cuesta que lo manipulen en el veterinario,  necesita un poco de paciencia pero con la ayuda de chuches se comporta mucho mejor.

Willy tiene un carácter tranquilo, le gusta disfrutar de las siestas y los mimos. En los paseos va muy bien con correa, no tiene miedos a los ruidos fuertes en el tráfico o las multitudes y saluda contento a quien se cruza.

Este pequeñín necesita una familia cariñosa, que sepan darle su espacio y enseñarle lo bien que se vive en un hogar de verdad, el se lo merece.