Rumba estaba solita en una calle muy transitada a punto de ser atropellada, así que una de nuestras voluntarias rápidamente la recogió. No tenía chip ni identificación alguna y aunque comprobamos redes sociales, como a tantos otros nadie parecía buscarla, así que entró a formar parte de nuestra gran familia.
En el veterinario nos dimos cuenta de que le faltan los deditos de su pata trasera izquierda, probablemente de nacimiento. No le duele y hace vida normal aunque cojea un poco cuando camina y se cansa un poco antes que sus compis cuando juegan a las carreras, ¡pero no te dejes engañar! Rumba es un verdadero torbellino, es muy activa y curiosa y, a pesar de su falta de pie, corre y salta como ningún otro.

Con las personas es súper cariñosa, incluso con los extraños, en seguida te hace fiestas para que la acaricies y le prestes atención. Es muy nerviosa y a veces da bocaditos de la emoción pero sin hacer daño. Tiene un carácter muy amable y dulce así que podría llevarse bien con niños.
Rumba es muy sociable con otros perros y se lleva tanto con hembras como con machos. Sabe compartir espacio, juegos, comida y siestas al solecito, así que podría tener un hermano perruno en su nuevo hogar.

Camina bien con correa, es muy curiosa y olfatea todo lo que se interpone en su camino. Aunque debido a su edad y carácter, aún va un poco loquita y le falta práctica para poder disfrutar tranquila de los paseos.