El pobre Rudolf ha sido abandonado dos veces seguidas. Lo vieron atado en la calle un día, pero cuando tratamos de desatarlo, se asustó y logró escapar. Dos días después lo ataron nuevamente en el mismo lugar, pero esta vez a conciencia para que no se desatase… Seguramente la primera vez volvió a casa el solito siguiendo a sus dueños… Por suerte Rudolf ya si quien se preocupe de él de verdad, y lo cuidaremos hasta encontrarle una familia de verdad, mientras tanto pertenecerá a la nuestra.

Al principio Rudolf tenía mucho miedo, nos enseñaba los dientes y no se dejaba manipular, pero poco a poco ha ido sintiéndose más cómodo con l@s voluntari@s. Ahora se deja tocar, incluso es muy cariñoso con quien tiene más confianza. Creemos que podría convivir con niños, es muy cuidadoso y se porta bien con ellos. Como a tantos perros, no le gusta mucho ir al veterinario, pero se porta bien y se deja manipular.

Es de carácter más bien activo, le gusta jugar y corretear con sus compis y que le tires la pelota. En los paseos, tira un poco de la correa y le gusta ir curioseando todo, necesita más práctica. Rudolf es muy sociable con perritas, convive con una y sabe compartir espacio y juegos, con machos depende del carácter. En los paseos saluda a quien se encuentra muy simpático.

En general, Rudolf es un pequeño encantador, necesitas un poco de paciencia y darle tiempo para que se acostumbre a todo. ¡Rudolf se ha ganado con creces una segunda oportunidad! Será un compañero fiel para una familia paciente, cariñosa y responsable, que le enseñe la cara amable de una familia.