Mía tenía una familia, pero nos contactaron para buscarle un nuevo hogar. Toda su vida ha estado viviendo con sus papás en una parcela, pero la familia tenía gallinas y las pilló varias veces, eso no la hace mala perra, solo una perrita no apta con gallinas. Así, Mía forma parte de nuestra familia y vamos a buscarle un nuevo hogar donde sea feliz.

Mía tiene un buen comportamiento con personas, con desconocidos depende mucho de la persona (sobre todo si son hombres) y aunque se deja acariciar se muestra precavida. Con la gente de su entorno en la que confía es bastante cariñosa.

Con perros tiene unas habilidades comunicativas bastante buenas, tanto con machos como con hembras. Tiene un carácter muy marcado y necesita su espacio. Cuando interactúa por primera vez se muestra curiosa pero no le gusta que la agobien, si el otro perro es más enérgico intenta bajarlo y si la entienden se siente bastante cómoda.
En conviviencia suele ser bastante independiente de otros perros pero si un espacio u objeto tiene valor para ella lo avisa. Una de las perritas con las que convivió la marcaba bastante y la desplazaba, por lo que tuvieron conflictos, cosa que quizás promovió su disposición a estar alerta.

Pasea muy bien, y si bien es cierto que presenta un fuerte instinto de depredación, si va con correa se puede gestionar bastante bien. Es importante que lleve arnés cómodo y no haya tensión añadida de correa para no fomentar estrés en momentos tensos. En el coche va muy bien, aunque tiende a acercarse a la parte delantera y debido a su tamaño es recomentable que viaje en transportín.

Mía es perfecta para gente  con experiencia y que conozca las características de la raza y esten dispuestos a trabajar con ella. Necesita también a un guía estable, calmado, que la lleve a realizar muchas actividades, sobre todo en la naturaleza, tiene mucha energía. También necesita mucho ejercicio y estimulación mental, utiliza mucho el olfato y tiene un potencial enorme, por lo que realizar juegos y ejercicios en casa le vendrá genial. 

Mía necesita trabajar la convivencia y “desaprender” algunos comportamientos adquiridos quizas por situaciones desagradables del pasado. Si recibe confianza, cariño y calma es una perra ideal, es muy inteligente, lista y observadora.