Fermín merodeaba los alrededores del refugio, lo vimos varias veces hambriento comiéndose la comida de la colonia de gatos. No se dejaba atrapar con facilidad y estuvimos varios días detrás de él, hasta que por fin lo conseguimos. No sabemos como llegó hasta allí, pero estaba muy delgado y lleno de parásitos.

Con atención veterinaria, comida rica y mimos se ha convertido en un perrito sano y super cariñoso, le encanta que lo mimes y se tumba boca arriba a que le rasques la tripa. Es muy simpático incluso con desconocidos. Creemos que podría convivir con niños ya que tiene una personalidad muy dulce y amable, nunca hace un mal gesto y se deja manipular sin problema.

También es muy sociable con los de su especie, se lleva bien con machos y hembras, sabe compartir espacios, juegos y comida sin problema, así que podría tener un hermano perruno en su nuevo hogar.

Es de carácter activo y le gusta correr y jugar. Pasea bien con correa, va curioseando pero le falta un poco de práctica y le cuesta arrancar al principio. No sabemos donde vivió antes, pero es súper limpio, se aguanta sus necesidades hasta salir en su turno.

Nuestro Fermin busca una familia activa que le proporcione juegos y mimos diarios y lo lleven a disfrutar de la naturaleza y mil aventuras.