Historia
Miguel y Eloisa fueron arrojados sobre la valla de una casa de campo que no suele estar habitada, pero por suerte estaban allí cuando ocurrió y pudieron socorrerlos. Desde entonces, la mujer los acogió en un piso en Granada en el que viven solitos entre semana, ya que ella trabaja fuera de lunes a viernes.

Miguel necesitó cirugía pocos meses después ya que padecía de gingivitis y casi todos sus dientes fueron extraidos. Desde entonces no tiene dolor y lo más importante puede vivir una vida muy normal, no tiene ningún impedimento.

Carácter
Miguel y Eloisa son muy amigables y cariñosos con las personas, les encanta ser acariciados y pasar tiempo con los humanos con los que viven. Siempre intentan llamar tu atención para recibir mimos. Se portan muy bien en situaciones incómodas como en el veterinario y se dejan manipular. El comportamiento con los niños será bueno pues disfrutan mucho de las caricias y los juegos por lo que los más pequeños de la casa podrán encontrar en ellos una figura de amor y de referencia. 

Son de carácter más bien tranquilo, y aunque tienen algunos ratitos de locuras y juegos, luego disfrutan de largas siestas en cualquier sitio calentito y cómodo.

No sabemos cómo se comportan con otros gatos o perros, ya que siempre han vivido solos y no han tenido contacto con otros animales. Sin embargo, creemos que no habrá problemas siempre y cuando sean animales sociables con bajos niveles de energía, ya que conozcan las normas sociales y sepan tratar entre sí.

Hogar ideal
Miguel y Eloisa tienen que ser adoptados juntos, se necesitan el uno al otro y sobre todo tienen un vínculo muy fuerte. Buscamos una familia para los dos, han estado juntos toda la vida y queremos que siga así. 

En estos momentos viven en un apartamento, pero pueden adaptarse a una vida familiar sin problemas, sobre todo a una familia que puede dedicar su tiempo y atención a ellos. Son dos muy buenos gatos que se han instalado en la rutina de una casa, usan la caja de arena sin problemas y saben pasar tiempo solos.

Actualmente en su casa de acogida no disfrutan de un balcón o terraza, pero pensamos que, si su futura familia se lo puede proporcionar, siempre que tuviera protecciones para garantizar su seguridad, serían muy felices.

Miguel y Eloisa buscan una familia definitiva que los adopte a los dos para que puedan seguir sus aventuras juntos.