Historia
Daniela pertenecía a una camada que fue rescatada hace unos meses, sus hermanos Oli, Tintín, Albóndiga y Croqueta ya disfrutan de sus hogares definitivos, pero Angelines y Daniela aún esperan los suyos.
Ellas tenían un carácter algo más tímido que el resto, pero afortunadamente se encuentran en una casa de acogida estable, donde disfrutan de atenciones y trabajo diario, y van mejorando cada día.

Carácter
Daniela es una gata cariñosa y amable, le encanta que le presten atención, y se deja mimar y querer por las personas en las que confía. Con extraños tiene miedo, sobre todo al principio, por lo que necesita un poco de tiempo para poder superar la timidez y una familia comprometida que la ayude. A pesar de ello, en situaciones desagradables como el veterinario se deja manipular sin problema.

Daniela tiene un carácter activo, le gusta mucho disfrutar de nuevos estímulos y juegos de cuerda, pelotas o incluso una simple caja, le gusta explorar y siente mucha curiosidad por todo lo nuevo que le rodea.

Es muy sociable con otros gatitos, en su acogida convive con su hermana Angelines y otros cuatro gatos más con los que se entiende y sabe compartir espacio, comida y arenero sin problema, así que podría tener un hermano gatuno en su nuevo hogar.

Hogar ideal
Esta preciosa panterita debe ser adoptada por gente que tenga algo de experiencia en gatos pues necesita ser guiada y apoyada sobre todo los primeros días. Lo ideal para ella sería ser adoptada como segundo gato en el hogar, lleva toda la vida compartiendo vida con gatos, por lo que la vida sola sería demasiado triste para ella, además pensamos que el hecho de convivir con otro gato le ayudaría a coger confianza más rápido con el entorno y los nuevos dueños. 

Pensamos que se llevaría bien con niñ@s, aunque debido a su timidez encajaría mejor con niños más bien grandes, que sepan darle su espacio y sean cuidadosos con sus juegos para no agobiarla.

Daniela es una gata tímida, pero muy dulce y agradecida, y hará ver a cualquier familia que darle una oportunidad merece la pena, no nos cabe duda.